En el corazón de un paisaje de colinas y viñedos, Gensac es uno de los hitos arquitectónicos de Grand Libournais. Clasificado como un "pueblo antiguo", un bastión natural que domina los valles de Durèze y Dordogne, Gensac ofrece la oportunidad de redescubrir el encanto de un pequeño pueblo de antaño.
Las calles empedradas, los restos de las murallas, las casas medievales restauradas (por ejemplo, la casa de los gatos o la casa del panadero), son todos testimonios de ello.
El pueblo tiene una iglesia, dedicada a Notre Dame, que, después de ser destruida, fue reconstruida a finales del siglo XIX en estilo neogótico (en el sitio de la antigua iglesia románica). Tiene elementos destacables como una rica decoración mural a la altura del coro (finales del siglo XIX) o un óleo sobre lienzo que representa a Saint-Jacques (finales del siglo XVII o principios del XVIII). Gensac es también un pueblo animado: además del carmelita de sus viejas piedras, apreciará sus numerosos comerciantes y artesanos.
