Dolmen de Curton

Se estima que este monumento megalítico (largo dolmen del tipo avenida de Aquitania) data de entre el 2600 y el 2300 a.C. AD (es decir, el final del Neolítico). Compuesto por piedra caliza con asterias, y anteriormente cubierto por un túmulo, fue parcialmente desmantelado a mediados del siglo XIX. A principios del siglo XX, el padre Labrie, párroco de Frontenac y gran aficionado a la historia, excavó el dolmen. Luego descubrimos los restos de ocho individuos (tres mujeres y cinco hombres), seis de los cuales se encuentran acostados de dos en dos.
Ocho como la cantidad de postes que quedan en este pasillo cubierto.
Una de las peculiaridades de este dolmen se encuentra en la cara interna de la losa de cabecera, sobre la que se encuentran enigmáticos grabados formados por círculos, líneas o incluso un motivo de herradura.
Nótese que en la actualidad solo queda una de las tablas de la cubierta que compondrían el monumento.

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